Hoy junto con estar en una jornada durante la mañana relacionada con búsquedas en bases de datos bibliográficas, tuvimos una charla instructiva sobre el uso de los recursos existentes en la biblioteca de la UNED. Una vez finalizadas estas interesantes explicaciones tuve la oportunidad de solicitar mi primer libro en la biblioteca y es el cual les quiero comentar.
El libro se denomina Inteligencia Emocional escrito por el famoso autor Daniel Goleman, si bien es cierto, conocía ya este tema por documentación anterior, pero no había tenido la oportunidad de leer a este reconocido autor.
Una de los elementos que me cautivó, es que no es un libro de recetas de cómo mejorar mi vida ni la del resto, sino que con explicaciones biológicas y experimentación teórica explica los diferentes cambios que ha sufrido el hombre hasta convertirse en homosapiens.
El autor reconoce la existencia de dos mentes, una que siente (emocional) y otra que piensa (racional) quienes interactúa para construir nuestra vida mental y que habitualmente lo hacen de manera colaborativa manteniendo un equilibrio… “pero cuando aparecen las pasiones, el equilibrio se rompe y la mente emocional desborda y secuestra a la mente racional” (Goleman, 1999).
La raíz más primitiva de la mente emocional proviene del centro del olfato, así se podría determinar estábamos frente a un alimento, un veneno, una pareja sexual, un predador o una presa y por ende, activar rápidamente la respuesta a ello. El autor plantea que estas reacciones han quedado almacenadas hasta el día de hoy como lo es, por ejemplo, que al sentirse en peligro las piernas son irrigadas con mayor flujo sanguíneo para permitir la huída. Si bien estas reacciones fueron en su periodo de gran ayuda, incluso decisivas para la supervivencia del hombre, hoy en día no se adecuan al cambiante mundo moderno. Como la memoria emocional trabaja en forma asociativa al ocurrir un suceso ésta compara la actual situación con el almacén de reacciones , en este sentido es un sistema rudimentario, porque no se detiene a comprobar el ajuste o no de sus conclusiones y actúa antes de confirmar la verdadera gravedad de la situación, tal es el caso de personas que vivieron emociones fuertes como por ejemplo accidentes de auto, pérdidas de un ser querido al sentirse en situaciones similares reaccionan desmedidamente y sin control. Es lo que se denomina “emociones precognitivas” (LeDoux, citado por Goleman, 1999), reacciones basadas en impulsos neuronales divididos que no han terminado de unificarse para configurar un objeto reconocible.
El libro se denomina Inteligencia Emocional escrito por el famoso autor Daniel Goleman, si bien es cierto, conocía ya este tema por documentación anterior, pero no había tenido la oportunidad de leer a este reconocido autor.
Una de los elementos que me cautivó, es que no es un libro de recetas de cómo mejorar mi vida ni la del resto, sino que con explicaciones biológicas y experimentación teórica explica los diferentes cambios que ha sufrido el hombre hasta convertirse en homosapiens.
El autor reconoce la existencia de dos mentes, una que siente (emocional) y otra que piensa (racional) quienes interactúa para construir nuestra vida mental y que habitualmente lo hacen de manera colaborativa manteniendo un equilibrio… “pero cuando aparecen las pasiones, el equilibrio se rompe y la mente emocional desborda y secuestra a la mente racional” (Goleman, 1999).
La raíz más primitiva de la mente emocional proviene del centro del olfato, así se podría determinar estábamos frente a un alimento, un veneno, una pareja sexual, un predador o una presa y por ende, activar rápidamente la respuesta a ello. El autor plantea que estas reacciones han quedado almacenadas hasta el día de hoy como lo es, por ejemplo, que al sentirse en peligro las piernas son irrigadas con mayor flujo sanguíneo para permitir la huída. Si bien estas reacciones fueron en su periodo de gran ayuda, incluso decisivas para la supervivencia del hombre, hoy en día no se adecuan al cambiante mundo moderno. Como la memoria emocional trabaja en forma asociativa al ocurrir un suceso ésta compara la actual situación con el almacén de reacciones , en este sentido es un sistema rudimentario, porque no se detiene a comprobar el ajuste o no de sus conclusiones y actúa antes de confirmar la verdadera gravedad de la situación, tal es el caso de personas que vivieron emociones fuertes como por ejemplo accidentes de auto, pérdidas de un ser querido al sentirse en situaciones similares reaccionan desmedidamente y sin control. Es lo que se denomina “emociones precognitivas” (LeDoux, citado por Goleman, 1999), reacciones basadas en impulsos neuronales divididos que no han terminado de unificarse para configurar un objeto reconocible.
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